EVANGELIO ETERNO - LECCIÓN 9 - TODOS LOS LINAJES

 EL EVANGELIO ETERNO

Es Eterno porque es desde Siempre
y para siempre

LECCIÓN 9

¿Cuántos linajes o generaciones de hombres hay sobre la tierra?

En el huerto:

Las Sagradas Escrituras nos muestran que, en el huerto, había 2 generaciones. Así dice el escrito:

Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

Así pues, por lo menos 2 generaciones una de la mujer y otra de la culebra, habitaban en el huerto. Tales generaciones estaban representadas por Abel, hijo de Adán y Caín, hijo de Satanás. Posteriormente, los Santos Escritos nos muestran los descendientes de Set, quien sustituyó a Abel, y los de Caín, quien viajó a tierra de Nod y consiguió esposa.

En los tiempos cercanos al diluvio:

Génesis 6 nos cuenta de que los hijos de Dios se allegaron a las hijas de los hombres y tuvieron hijos con ellas, que fueron gigantes. No obstante que los mismos Escritos nos cuentan que antes de este suceso había gigantes en la tierra.

Así dice:

Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.

Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.

Posteriormente al diluvio:

La raza de Set sobrevivió al diluvio, gracias a Noé y Sem.

Las razas de Caín y los gigantes sobrevivieron al diluvio, gracias a Jafet y Cam. Esto porque muy probablemente su mamá, Naama (Nombre: Naamah, Fuente: Génesis del Midrash 23:4, Aparece en la Biblia en: Génesis 4:22; Génesis 7:7), y sus esposas eran cainitas.

La raza prehistórica: Aunque algunos escritos sostienen que la esposa de Caín era su hermana, los Sagrados Escritos no hablan de una hermana gemela para Caín, y una para Abel. Una publicación en Wikipedia, que a su vez cita a La Leyenda Dorada, menciona esto:

 

Hermanas de Caín y Abel:

Nombre: Calmana o Kalmana (Luluwa en algunas fuentes) hermana gemela de Caín, prometida como esposa a Abel y luego casada con Caín.

Fuente: La leyenda dorada2 la cual menciona leyendas sobre varios santos. Es mencionada en el Seder Hadorot

Aparece en la Biblia en: Génesis 4:17

Nombre: Delbora o Balbira hermana gemela de Abel, prometida como esposa a Caín.

Fuente: La leyenda dorada2

Aparece en la Biblia en: Génesis 4

Las hermanas de Caín y Abel, según los Santos Escritos, vinieron mucho después del nacimiento de Set. Así dicen las Escrituras:

Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set. Y fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas.

De esta manera, el mejor testigo que tenemos, que son las Sagradas Escrituras, dan testimonio de que las hermanas de Caín y Abel vinieron después de Set, en el transcurso de los 800 años siguientes al nacimiento de Set. De esta manera, queda contundentemente claro, que Caín no pudo haber encontrado una hermana en la tierra de Nod. 

Caín consigue esposa en tierra de Nod: Los mismos Escritos testifican que Caín consiguió esposa, con la cual generó familia. Así dicen:

Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén. Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc.

Los Escritos dicen que este grupo que encontró Caín vivían en el oriente del huerto, con lo cual pareciera que esta región pudo ser lo que ahora es Irán.

 

La esposa de Caín, así como aquellas personas que Caín temía que le matasen, realmente habitaban la tierra, y, claro está, no formaban parte de los descendientes de Adán y Eva. Pero, entonces, ¿de dónde eran?

Una explicación posible es esta.

La manipulación genética: La ciencia nos ha enseñado, durante años, que la humanidad actual es producto de una serie de eventos fortuitos, que desencadenaron un proceso evolutivo. Es decir que, la naturaleza por sí misma, fue capaz de prosperar partiendo desde prácticamente cer, como es el caso de una ameba, que es un organismo unicelular, hasta llegar al hombre, pasando en el camino por el protozoario, y el mono.

Pero, la naturaleza, ha demostrado que tal tipo de proceso es imposible, en sí mismo, porque nada, en miles de años y tampoco ahora, puede auto mejorar, hasta alcanzar un grado de perfección.

La evolución o existe, son la progresión

¿Qué es esto?

Es alcanzar un objetivo, mediante la intervención de un tercero, en tanto que progresivamente va haciendo ajustes, hasta lograr el punto de perfección que buscaba. Esto fue lo que hicieron los ángeles, desterrados del Monte de Dios y enviados a la tierra, como castigo. Una vez que llegaron al planeta, intervinieron sobre monos. Específicamente sobre el australopiteco y el macaco mulatta.

A través de miles de años, fueron concibiendo nuevos monos que, en el proceso, se parecían menos a monos, y más a hombres. Esto que la ciencia llama evolución, yo lo llamo progresión. Alcanzar este objetivo, se inició con la fecundación de monos usando esperma de ángel. Los ángeles son hombre, y tienen funciones de hombre, como deja claro Génesis 6.

Así que, desde el inicio ellos trabajaron fecundando hembras de monos, y en cada nueva concepción, iniciaban una nueva fecundación y así progresivamente dieron inicio a la raza homínida. Les llevó miles de años, lograr el hombre inteligente.

Rebatir que, la raza humana tiene relación con los simios, parece ser difícil, por cuanto la ciencia asegura que la raza humana tiene un 93% de coincidencia en ADN, con el australopiteco y el macaco mulatta. Y esto lo confirma el factor Rh, con el cual se clasifica el tipo de sangre del humano; factor que fue tomado del macaco mulatta, llamado Rhesus.

Charles Darwin: El científico evolucionista escribió en su libro, hablando de la experimentación para mejorar razas, lo siguiente:

Actualmente, criadores eminentes procuran, mediante selección metódica, en vista de un fin determinado, obtener una nueva línea o sub-raza superior a todo lo de su clase en el país. Pero para nuestro objeto es más importante una forma de selección que puede llamarse inconsciente, y que resulta que cada uno procura poseer y sacar crías de los mejores individuos.

Así, uno que intenta tener pointers, naturalmente, procura adquirir tan buenos perros como puede y después obtiene crías de sus mejores perros, pero sin tener deseo ni esperanza de modificar permanentemente las razas.

Sin embargo, debemos deducir que este procedimiento, seguido durante siglos, mejoraría y modificaría cualquier raza, del mismo modo que Bakewell, Collins, etc., por este mismo procedimiento, pero llevado con más método, modificaron mucho, sólo con el tiempo de su vida, las formas y cualidades de su ganado vacuno.

Muchas modificaciones acumuladas así, lenta e inconscientemente, explican, a mi parecer, el hecho bien conocido de que en cierto número de casos no podamos reconocer -y, por consiguiente, no conozcamos- el tronco primitivo silvestre de las plantas cultivadas desde más antiguo en nuestros jardines y huertas

 

Así, Charles Darwin, explicaba como modificar razas para mejorar, de una forma natural y sin la intervención humana. Entonces, cuanto más se lograría si la hubiese, como proponemos que pudo haber sido hecho, con la experimentación en los monos.

Lo que pudo haber pasado: Pretendemos creer que los ángeles contaron con miles de años, para hacer su proyecto genético, de crear a un hombre a partir de monos, usando para ello la manipulación genética. Hemos llamado a este proceso, progresión.

Habiendo una raza de humanoides, creados a partir de monos, que tenían imagen de ángeles – monos, creemos que fue la razón por la que Dios decide crear una raza a su imagen y semejanza. Para ello Dios trae el huerto desde el Monte de Dios, lugar en el cual habían sido creados los ángeles, para formar allí al Adán terrestre.

Pretendemos proponer que, en la línea del tiempo hubo coincidencia entre la raza de homínidos (la que viene de los monos) y, el momento de iniciar la raza superior, que sería la que tiene imagen de Dios.

Cuando Caín peca y es expulsado, él conocía que esta raza estaba sobre la tierra y, que tenía su propia naturaleza, la del asesino. Dios, consciente de esto, le protege, poniendo señal sobre él.

Salió entonces Caín y, efectivamente, en tierras orientales, consigue gente y conoce a una mujer quien sería su esposa. Ellos no le mataron, porque tenía señal, de tal manera que podemos entender que esta raza humanoide, podía entender lo que esa señal significaba y espetaban el poder y la autoridad de Dios.

A partir de este momento se generó la raza o linaje de Caín. Mientras tanto, en el lugar adonde se establecieron Adán y Eva, se fue generando la raza superior, desde Set. Y dice la palabra de Dios, así:

Y vivió Set, después que engendró a Enós, ochocientos siete años, y engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días de Set novecientos doce años; y murió.

Así pues, en la medida que se desarrollaba la raza superior de Set, también en la tierra estaba la generación de Caín y, además, la raza experimental de los homínidos. Al mismo tiempo, como hemos dicho, una raza de gigantes, que existían desde antes de los ángeles pecar con las mujeres de la tierra y luego los que se generaron cuando se allegaron a ellas, encontraríamos que por lo menos, antes del diluvio, habría sobre la tierra 5 razas diferentes.

El diluvio: Todo esto que hemos planteado tiene como escenario la época prediluviana. Sabemos por el libro de Enoc y el de Jubileos, que la causa del diluvio tiene que ver con la maldad que había en la tierra.

Los gigantes que, según Enoc, tienen alrededor de 3000 codos, unos 1400 metros, habrían desatado una grande matanza en a tierra, asesinando a los hombres y animales y desarrollando bestialismo, lo cual desagradó a Dios. Por esto Dios decidió matar a todos los habitantes de la tierra, excepto a 8.

Entre los 8 había una mezcla de razas y generaciones. Estaba la generación de Set, en Noé y Sem. Pero, también estaban de las otras generaciones, en los otros 2 hijos de Noé, Cam y Jafet y en las esposas de Noé, de Sem, Cam y Jafet.

Acerca de las esposas de Noé y sus hijos, algunos textos fuera del canon nos dan sus nombres.

Noé: El Midrash dice que era Naama, hermana de Tubal Caín, nieta de Caín. Por su parte el libro de los Jubileo dice que su nombre era Emzara y que era prima de Noé, por parte de Baraquiel.

Relato tomado del Midrash judío:

El nombre más común dado a la esposa de Noé en la tradición judía es Naama. Naama, descendiente de Caín, fue hija de Lamec y de Sila. El antiguo midrash judío Génesis Rabba (siglos IV a VI d.C.) (23.3) considera a esta Naama (hija de Lamec y hermana de Tubalcaín) como la esposa de Noé (véase el comentario de Rashi sobre Génesis 4:22), mientras que algunas tradiciones judías medievales la asocian con el canto

Datos tomados del libro de los Jubileos:

Sem: El libro de los jubileos dice que era llamada: Sedacatlebab (Jubileos 7:13)

Cam: El libro de los jubileos dice que era llamada: Nahlatmehoc (Jubileos 7:13)

Jafet: El libro de los jubileos dice que era llamada: Adatnese (Jubileos 7:13)

El testimonio más real de la presencia de la generación de homínidos está en los registros de sangre de la humanidad, que como ya hemos dicho, coincide en un 93% con australopitecos y macacos mulatta.

Luego, relatos como 1 Crónicas 2:55, nos dan cuenta de la presencia de cainitas en la tierra.

Los gigantes después del diluvio nos testifican Números 13:33, Deuteronomio 2:11; Deuteronomio 3:11; 2 Samuel 21:16, 18, 20, 22, 1 Crónica 20:6, 8.

Por último, quiero citar a los ángeles en la tierra: Tal parece que las muchas razas que conocemos, se formaron de la mezcla de todas las progenies mencionadas. Sin embargo, algunas razas en la tierra, parecen escapar de esto.

Tal es el caso de las razas asiáticas, y las del norte del mundo. Cada una de ellas, tiene rasgos muy marcados, como es el caso de los ojos oblicuos y entre abiertos, de los asiáticos. Asimismo, las razas del norte del mundo, con sus ojos azules, su cabello amarillo, parecen pertenecer a una raza diferente.

Es muy posible que estos sean el producto de la influencia de los ángeles que, con capacidad de tomar apariencia, se han mantenido entre nosotros como cualquier humano. Ellos configurarían otra raza aparte.

 

 

 

 

 

 

 

FIN DE LA LECCIÓN...

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