LAS PALABRAS DE YAHSHÚA - LECCIÓN 11 - NO SER VISTOS DE LOS HOMBRES
Las buenas nuevas (evangelio) deben ser conocidas por todos, porque esta es la Voluntad de Dios. Por ello en la CCL2O nos proponemos enseñarlas.
En esta oportunidad estaremos hablando acerca de las Palabras que nos dejó el
Adón, Yahshúa Ha Mashiaj.
¡Las palabras del Señor son Espíritu y son Vida!!! (Juan
6:63)
EL SERMÓN DE LA MONTAÑA
Continúa el sermón del Monte, pero esta vez en el capítulo 6. El Señor
tocará, ahora, el tema de “hacer las cosas para que los hombres las vean”. Las
buenas acciones el Señor las llama “justicia”, lo cual se opone al pecado que
es injusticia.
Sin embargo, el Señor no critica las buenas acciones (eso es obvio), sino
el hacerlas públicamente, para ser vistos y así alabados, por los hombres.
En una oportunidad el Señor, defendía que el testimonio que tenía era del
Padre y no de hombres. En esa oportunidad él dijo: “Vosotros enviasteis
mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad. Pero yo no recibo
testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos. Luego añadió: “Mas yo tengo mayor
testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que
cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me
ha enviado. También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí.(D) Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto, ni tenéis su
palabra morando en vosotros; porque a quien él envió, vosotros no creéis. Escudriñad
las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna;
y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que
tengáis vida. Gloria de
los hombres no recibo.
En una oportunidad el Señor, cuestionando a escribas y fariseos, dijo: “Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los
hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de
sus mantos; y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en
las sinagogas, y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen:
Rabí, Rabí. (Mateo 23:5-8)
Pablo hablando de esto mismo, dijo: “¿busco ahora el favor de los
hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía
agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo. (Gálatas 1:10) También en Efesios 6:5-7 dijo: “siervos, obedeced a vuestros
amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a
Cristo; no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino
como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios; sirviendo de
buena voluntad, como al Señor y no a los hombres. En otra ocasión a los Colosenses les escribió: “Siervos, obedeced en todo a
vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a
los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Y a los Tesalonicenses les exhortó: “según fuimos aprobados por
Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar
a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones. (1 Tesalonicenses 2:4)
En este contexto, leamos
la porción de hoy
PORCIÓN ESCOGIDA: Mateo 6:1-4
Guardaos de hacer
vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra
manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. Cuando,
pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los
hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres;
de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas cuando tú des limosna, no
sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y
tu
¡Excelente lección!
PREGUNTAS:
1.
¿Cómo interpretas el término justicia?
2.
¿Cuál es la exhortación que hace el Señor?
3.
¿Podrías citar malos ejemplos que has recibido, de
personas que hacen público, lo que donan o cuánto tiempo oran?
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