DISCIPULADO - CLASE 13 - LA DECISIÓN DEBE SER FIRME
COMUNIDAD CRISTIANA LOS DOS OLIVOS – SEDE PERÚ
CLASE DE DISCIPULADO
N° 13
TEMA: CONVENCIDO DE LA DECISIÓN
En este punto debemos conversar sobre un tema
necesario y, este sin duda, es la convicción sin dudar, de la decisión tomada. No
hay mayor decisión que podamos tomar que seguirle a él, dejando atrás la vida
anterior.
¿Por qué debemos estar convencidos?
Porque Yahshúa es el escogido de Dios para hacer la
obra de redención. El mismo Padre dio testimonio de él, diciendo:
“Este es mi Hijo Amado, en quien tengo complacencia. A
él oíd.” (Mateo 17.5). Así que, no hay duda, de que es la voluntad del Padre de
que atendamos a la voz del Hijo.
Igualmente, la carta a los hebreos nos dice: “Dios,
habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres
por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien
constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual,
siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien
sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la
purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra
de la Majestad en las alturas”. (Hebreos 1:1-3).
El hijo vino a deshacer las obras del diablo (1 Juan
3.8), por lo que no haría otra manera de lograr la liberación de la opresión,
que con el Hijo. Este texto de Juan es hermoso. Leamos: “ El que
practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio.
Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo
aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios
permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.”
Este texto es importantísimo, el que es nacido de Dios
no peca. esta es una consecuencia muy grande de la obra del Señor. Porque
él logró que los nacidos de arriba recibiesen la justificación, para que así no
hubiese acusación sobre él.
Sin duda las razones por las que la decisión por el Señor
debe ser sin dudar, son incontables.
El hombre de doble ánimo: La decisión por el Señor debe
ser firme, sin dobleces. Aquel que duda, nada tiene en Dios, sino castigo.
Santiago dijo:
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría,
pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será
dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante
a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a
otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá
cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus
caminos. (Santiago 1;8)
El hombre de doble ánimo, es inconstante en todos sus
caminos. Este es el principal problema. No puede haber doble ánimo en la
decisión por el Señor. Debe ser firme. Sin dudar.
El de doble ánimo tiene el corazón impuro, porque si
doble ánimo se sustenta en el pecado y en su gusto por él. Por ello Santiago
añadió: “Acercaos
a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros
los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. (Santiago 4:8).
El rey
Ezequías cuando recibió la noticia de que se la habían acabado sus días en la
tierra, oró a Dios y le dijo “Te ruego, oh Yahweh, te ruego que hagas
memoria de que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que
he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequías con gran lloro. (2 Reyes
20.3)
Es decir,
lo que el rey hizo delante de Dios, fue sin dudar, sin vacilar.
Asi
pues que los de doble ánimo no agradan a Dios. Aquellos con indecisión no
pasarán la prueba. La decisión debe ser firme, sin ánimo doble. Debe ser hecha
con integridad.
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