EVANGELIO ETERNO - LECCIÓN 8 - EL LINAJE MALO

 EL EVANGELIO ETERNO

Es Eterno porque es desde Siempre
y para siempre

LECCIÓN 8

El linaje malo

Y DIOS decidió crear el hombre... a Su Imagen y Semejanza. Así dicen las Escrituras

“Entonces dijo ’Elohim: Hagamos al hombre a nuestra imagen conforme a nuestra semejanza, y ejerzan dominio sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos, sobre el ganado, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que repta sobre la tierra. Y creó ’Elohim al hombre a su imagen, a imagen de ’Elohim lo creó, macho y hembra los creó”. (Gn, 1:26,27)

Primeramente, debemos notar que el término na-a-seh proviene de asah que puede ser transliterado como hacer. El verbo no incluye el plural, en sí mismo, sino que es ajustado de acuerdo al sujeto. En este caso Moisés uso Elohim, que traduce dioses, por lo que no podría ser traducido como haré, sino como hagamos.

Si Moisés no hubiese escrito Elohim sino Yahweh, la frase pudo haber quedado como “Entonces dijo Yahweh, haré al hombre a mi imagen, conforme a mi semejanza...”

El Propósito:

Por otra parte, la palabra tsélem, se puede traducir como ilusión, parecido; de aquí, figura representativa, específicamente, con referencia a un ídolo: apariencia, figura, imagen.

Por otra parte el término demuth es un adverbio que puede ser interpretado como parecido, semejanza; concretamente modelo, forma; apariencia, aspecto, figura, forma, imagen, semejanza.

Dios estaba buscando que Adán (el hombre como linaje universal), tuviera su forma, su apariencia, figura o imagen

Un linaje que no era de Dios

Es altamente probable que Dios decidiera hacer, darle forma, modelar a un ser viviente que tuviese su forma, su apariencia, su imagen, porque sobre la tierra existía un linaje que tenía la forma de otro.

Un linaje diferente

Este interesante pasaje del libro de Isaías, nos muestra más allá de lo que podríamos percibir con una lectura fugaz. Veamos,

No serás contado con ellos en la sepultura; porque tú destruiste tu tierra, mataste a tu pueblo. No será nombrada para siempre la descendencia de los malignos.  Preparad sus hijos para el matadero, por la maldad de sus padres; no se levanten, ni posean la tierra, ni llenen de ciudades la faz del mundo. Porque yo me levantaré contra ellos, dice Jehová de los ejércitos, y raeré de Babilonia el nombre y el remanente, hijo y nieto, dice Jehová. Y la convertiré en posesión de erizos, y en lagunas de agua; y la barreré con escobas de destrucción, dice Jehová de los ejércitos.

 

Acá vemos cuando Dios, en lenguaje de doble referencia y doble cumplimiento, le habla a Satanás y le dice que él destruyó su tierra y mató a su pueblo. Claramente Dios está diciendo que el dragón tiene una tierra y tiene un pueblo. No se trata del pueblo de Dios, sino de un pueblo que le pertenece a Satanás.

Asimismo, el texto dice que el maligno tiene una descendencia, la cual no será tomada en cuenta; es decir será ignorada. Aún más, Dios anuncia que esa descendencia maligna será llevada al matadero, por lo cual será cortada de sobre la faz de la tierra. El anuncia que aún si quedare un remanente, será cortado, será eliminado.

¿A quién se refiere Dios?

Ya hemos explicado que en el huerto hubo un embarazo de dos padres diferentes y, que al momento del parto, surgieron dos linajes, uno de Adán y otro de Satanás. Sin embargo, esto es solo una parte de la respuesta.

Cuando los ángeles rebeldes fueron enviados a la tierra, habitaron un lugar muy diferente al descrito en Génesis 1;3 en adelante. Los ángeles eran seres con un grande conocimiento científico, y experimentaron en genética con los monos, específicamente con el australopiteco y el macaco mulatta. 

Durante miles de años hicieron pruebas genéticas en hembras, aportando ellos mismos sus espermatozoides y mejorando el producto de cada nueva generación. Así fueron, con los años, desarrollando una, cada vez más avanzada progresión. que buscaba crear un homínido inteligente.

Estos seres serían en algún momento llenados con un alma inteligente, y comenzaron a comunicarse entre ellos con palabras, y desarrollaron técnicas de comportamiento en sociedad. Usaron primero piedras y elaboraron armas, con ellas. Luego comenzaron a usar los minerales, una vez que los ángeles les enseñaron cómo hacerlo.

Dios decide intervenir.

Eliminó a las grandes bestias y quitó de la tierra todo lo que la hacía inhóspita. Y luego la acondicionó para recibir al hombre de la tierra. Así, en ese momento, Dios decide que haya un hombre en la tierra, que sea a su imagen y semejanza y no a la que había sido desarrollada por los ángeles rebeldes.

 

FIN DE LA LECCIÓN...