EVANGELIO ETERNO - LECCIÓN 7 - EL HUERTO

 EL EVANGELIO ETERNO

Es Eterno porque es desde Siempre
y para siempre

LESIÓN 7

El huerto

Con relación al lugar adonde fue formado el primer hombre, las Sagradas Escrituras nos dicen: “Y plantó YHWH ’Elohim un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado”.

Sin embargo, el Señor plantó el huerto posteriormente a que el Adán había sido hecho de la tierra. Es decir, el Adán de la tierra, fue hecho de la misma tierra creada para recibir a los ángeles, con lo cual tendría la misma naturaleza de la tierra.

No obstante, Dios para protegerle, siembra un huerto que tiene las mismas características y el mismo nombre que el lugar adonde fueron creados los ángeles. Recordemos Ezequiel 28:

En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. (v.13)

 

Un lugar santo

Este lugar adonde fue puesto el Adán de la tierra, parece ser el mismo donde mucho tiempo antes, estuvieron los ángeles y fueron creados. A pesar de esto, una vez que Adán y Eva salieron del huerto, porque fueron expulsado el lugar no fue posible hallarlo.

Una vez que Josué, el líder de Israel que sucedió a Moisés, hubo cruzado el río Jordán se encontró con el ángel de Yahweh. Y esto fue lo que pasó: “Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos? El respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Yahweh he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo? Y el Príncipe del ejército de Yahweh respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y Josué así lo hizo”.

Esto, sin duda, nos dice que la tierra que recién acababa de recuperar el pueblo de Israel era tierra santa. Por ello Dios siempre la quiso recuperar y le dio instrucciones a Abraham para que dejara la tierra de los caldeos, y se moviera a Canaán y habitara en ella (Génesis 12.1). Josué pudo completar lo solicitado a Abraham y emprendido por Moisés.

 

 

Jerusalén

Esta ciudad está enclavada en tierra de gran importancia para Dios. Sin duda, ella era el principal motivo por el cual Dios quiso recuperar esta tierra ¿Es posible que sea este lugar donde fue formado el Adán de la tierra? Esto es muy posible.

Satanás instruyó a las incipientes familias de la tierra, para que ocuparan los territorios donde estuvo el huerto del Edén. Algunos sostienen que Babilonia fue elevada en este lugar. Los territorios ocupados por los descendientes de Caín, fueron recuperados por Dios, luego de muchos años de esfuerzo entre los que se cuentan los 40 años de viaje por el desierto.

En Jerusalén está el monte Moriah. Una historia recogida en Internet nos dice:

“Hace miles de años, el Monte Moriah fue el lugar donde sucedieron importantes pasajes bíblicos. Situado en la actual región de la cuidad antigua, en Jerusalén, Israel; se cree que es allí donde el patriarca Abraham subió para sacrificar a su hijo Isaac, según el mandamiento de Dios (Génesis 22, 2). También fue allí donde David vio al ángel que destruiría Jerusalén, como lo ordenara Dios, insatisfecho por su pueblo (2 Samuel 24). Luego de este hecho, David adquirió por precio justo la tierra en la que vio al ángel y levantó un altar. Más tarde encargó a su hijo Salomón que edificara el famoso templo que sustituiría el Tabernáculo, una obra de las más las más innovadoras del planeta, en su época”.

¿Está Jerusalén ubicada en el mismo lugar, donde estuvo el huerto del Edén terrestre? No podemos asegurarlo, pero es muy probable. Una cosa podemos asegurar, en medio de una tierra corrupta creada para los ángeles, Dios formó al hombre a través del cual nacería Su Hijo, y por medio de quien serían derrotadas las huestes de ángeles servidores del diablo y plantó allí el huerto que alguna vez estuvo en el Monte Santo. Por ello esta tierra es bendita.

 

 

 

 

 

 

FIN DE LA LECCIÓN...