EL LIBRO DE ENOC - Capítulos 59 - El misterio de los relámpagos

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El Libro de Enoc

 

Capítulos 59

 

 

INICIO DE LA TERCERA PARÁBOLA: con el capítulo 57 se da inicio a la tercera parábola, la de la bendición de los santos.

 

Leamos:

 

Capítulo 59

1 En esos días mis ojos vieron los misterios de los relámpagos, de las luces y de su juicio: ellos resplandecen para una bendición o para una maldición según la voluntad del Señor de los espíritus.

2 Allí vi los misterios del trueno y cómo cuando resuena en arriba en el cielo, su voz es escuchada y me hace ver el juicio ejecutado sobre la tierra, ya sea que sea para bienestar y bendición, o para maldición, según la voluntad del Señor de los espíritus.

3 [Y después de esto todos los misterios de las luces y de los relámpagos me fueron mostrados: ellos brillan para bendecir y satisfacer].

 

Los truenos, según le fue mostrado a Enoc, son para bendecir o para conflicto y confusión, La luz que ellos despiden, tiene, también, esta función.

 

Recordemos que la Segunda Venida del Señor, es comparada con un relámpago. Esto aparece en Mateo 24: 26,27

 

Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.

 

Este relámpago será una bendición para los que le esperan, pero también un tormento para los que le adversan.

 

Recordemos, también, que el día de la resurrección un ángel se apareció en el lugar de la tumba y tenía, aspecto de relámpago.

 

Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve.

 

Los relámpagos tienen un grande misterio.