EL LIBRO DE ENOC - Capítulo 60 - Cuarta Parte - Los monstruos sirven de alimento
Escritos Alternativos
El Libro de Enoc
Capítulos 60
Cuarta Parte
Después
de que Enoc hablara con el otro ángel que iba conmigo, el cual cambió el
tema inicial, para explicarle algunos asuntos acerca del tiempo y, sus
inherencias, parece Enoc retomar el tema de los 2 monstruos, acerca de los
cuales habló al inicio de este capítulo.
Si
repasamos las cosas desde el comienzo, veremos de que trata el final del
capítulo 60. En el verso 6 dice: "Pero cuando venga el día, del poder, del castigo, del juicio que el Señor
de los espíritus ha preparado para aquellos que no se inclinan ante la ley de
la justicia, para aquellos que rechazan el juicio de la justicia y para
aquellos que toman su nombre en vano, ese día está preparado para los elegidos
un pacto, pero para los pecadores castigo”.
En
consecuencia, el tema principal acá es el momento del castigo de los pecadores.
Luego el versículo 7, nos dice qué pasará cuando venga este juicio: Ese día se harán salir separados dos monstruos, unos
femenino y otro masculino. El monstruo femenino se llama Leviatán y habita en
el fondo del mar sobre la fuente de las aguas. El monstruo masculino se llama
Behemoth, se posa sobre su pecho en un desierto inmenso llamado Duindaín, al
oriente del jardín que habitan los elegidos y los justos, donde mi abuelo fue
tomado, el séptimo desde Adán el primer hombre a quien el Señor de los
espíritus creó.
Es
decir, que el día del castigo de los pecadores se hará salir, por separado, a
estos 2 monstruos.
En
ese momento, Enoc le suplica a otro ángel que me revelara el poder de esos
monstruos, cómo fueron separados en un solo día y arrojados el uno al fondo del
mar y el otro al suelo seco del desierto.
Este
le respondió: “Hijo de hombre, aquí vas a conocer los que es un
misterio". Mas, sin embargo, en este momento habló el
otro ángel. No tenemos claro, porque se introdujo la información contenida
entre los versos 11 y 23, ambos inclusive. Pero, sí podemos hilar la
conversación previa, simplemente poniendo aparte esta anterior.
Luego,
“... el ángel de paz que estaba conmigo me dijo:
"Esos dos monstruos han sido preparados para el gran día de Dios y son
alimentados a fin de que el castigo del Señor de los espíritus no caiga en vano
sobre ellos, harán morir los niños con sus madres y los hijos con sus padres y
luego tendrá lugar el juicio acorde con su misericordia y su paciencia.]
Eliminemos
entonces, los versos citados y, quedémonos con los que nos interesan.
Veamos
1 [En el decimocuarto día, del séptimo mes, del año
quinientos de la vida de [Noé] Vi que un poderoso temblor sacudió el cielo de
los cielos y las huestes del Más Alto, multitudes de ángeles, miles y miles se
veían angustiados por una gran agitación.
2 La Cabeza de los Días estaba sentado sobre el
trono de su gloria y los ángeles y los justos permanecían a su alrededor.
3 Se apoderó de mí un gran temblor y me sobrecogió
el temor: mis entrañas se abrieron, mis riñones se derritieron y caí sobre mi
rostro.
4 Entonces Miguel otro de los ángeles santos, fue
enviado para levantarme. Cuando me levantó mi espíritu retornó, pero yo no era
capaz de soportar la visión de estas huestes, de su agitación y de las
sacudidas del cielo.
5 Y Miguel me dijo: " "¿Por qué te asusta
la visión de estas cosas? Hasta ahora ha sido el tiempo de su misericordia y Él
ha sido misericordioso y lento para la ira para aquellos que viven sobre la
tierra.
6 "Pero cuando venga el día, del poder, del
castigo, del juicio que el Señor de los espíritus ha preparado para aquellos
que no se inclinan ante la ley de la justicia, para aquellos que rechazan el
juicio de la justicia y para aquellos que toman su nombre en vano, ese día está
preparado para los elegidos un pacto, pero para los pecadores castigo.
7 [Ese día se harán salir separados dos monstruos,
unos femenino y otro masculino. El monstruo femenino se llama Leviatán y habita
en el fondo del mar sobre la fuente de las aguas.
8 El monstruo masculino se llama Behemoth, se posa
sobre su pecho en un desierto inmenso llamado Duindaín, al oriente del jardín
que habitan los elegidos y los justos, donde mi abuelo fue tomado, el séptimo
desde Adán el primer hombre a quien el Señor de los espíritus creó.
9 Le supliqué a otro ángel que me revelara el poder
de esos monstruos, cómo fueron separados en un solo día y arrojados el uno al
fondo del mar y el otro al suelo seco del desierto.
10 Me dijo: "Hijo de hombre, aquí vas a conocer
los que es un misterio".
24 [y el ángel de paz que estaba conmigo me dijo:
"Esos dos monstruos han sido preparados para el gran día de Dios y son
alimentados a fin de que
25 el castigo del Señor de los espíritus no caiga en
vano sobre ellos, harán morir los niños con sus madres y los hijos con sus
padres y luego tendrá lugar el juicio acorde con su misericordia y su
paciencia.]
En
la revisión que hemos hecho de otra versión del libro de Enoc, los eventos del
capítulo 60 son presentados en otro orden.
Veamos:
Cuando el castigo del Señor de los espíritus recaiga
sobre ellos, reposará para que el castigo del Señor de los espíritus no venga,
en vano, y matará a los hijos con sus madres y a los hijos con sus padres.
Después, el juicio se llevará a cabo según su misericordia y su paciencia. ' 7Y
ese día se separaron dos monstruos, un monstruo femenino llamado Leviatán, para
habitar en los 8 abismos del océano sobre las fuentes de las aguas. Pero el
varón se llama Behemot, que ocupaba con su pecho un desierto desolado llamado
Duidain, al este del jardín donde moran los elegidos y los justos, donde mi
abuelo fue llevado, el séptimo de Adán, el primer 9 hombre a quien el Señor de
los Espíritus creados. Y le rogué al otro ángel que me mostrara el poder de
esos monstruos, cómo fueron separados un día y arrojados, uno a los abismos 10
del mar, y el otro a la tierra seca del desierto. Y me dijo: 'Hijo de hombre,
aquí buscas saber lo que está escondido
En
los apócrifos y pseudoepigráficos judíos como el libro de Enoc del siglo II
a.C., Behemot es el principal monstruo inconquistable de la tierra, el Leviatán
es el monstruo primitivo de las aguas del mar y el Ziz el monstruo primordial
del cielo.
Según
este texto, el Leviatán vive en ·el
abismo", mientras que Behemot, el monstruo terrestre, vive en un desierto
invisible al este del jardín
del Edén (1 Enoc
60:7-8).
Una
leyenda rabínica
judía describe una
gran lucha que tendrá lugar en el fin de los tiempos: "...se unirán con
otro monstruo y entrarán en combate, con sus cuernos el Behemot acorneará con
fuerza, el pez saltará para golpearle con sus aletas, con fuerza. Su Creador se
aproximará a ellos con poderosa espada [y los matará a ambos]". Entonces,
"de la bella piel del Leviatán, Dios construirá toldos para acoger a
los justos, que comerán la carne del Behemot y del Leviatán con gran alegría y
recogijo". (Artscroll siddur, p. 719).
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