EL EVANGELIO ETERNO - Lección 19: La Influencia babilónica en el mundo

 EL EVANGELIO ETERNO

Clase 19: La Influencia babilónica en el mundo.

Nínive y su desarrollo social.

Asiria es de las regiones más antiguas del mundo. De hecho, aparece nombrada en el capítulo 2 del libro de Génesis. Allí dice:

Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Éufrates. (Gen 2:14)

Y las mismas Escrituras nos enseñan que Nimrod, se dirigió hacia Asiria, y allí construyó varias ciudades, entre ellas Nínive:

De esta tierra salió para Asiria, y edificó Nínive, Rehobot, Cala, (Gen 10:11)

Los descendientes de Ismael, poblaron regiones entre las cuales está Asiria (Gen 25.18)

Nimrod, sin duda, ocupó terrenos donde primero estuvo el huerto de Edén y, las ciudades que desarrolló, fueron precisamente en ese lugar, porque la estrategia de los satanes era ocupar los terrenos del huerto de Edén.

Nínive, es de las ciudades fundadas por Nimrod, la más famosa; sin duda.

Registro de Nínive, en las Sagradas Escrituras:

Nínive fue una de las ciudades construidas por Nimrod, primer poderoso en la tierra y, gran cazador delante de Dios. El texto bíblico dice:

Cus engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra. Este fue vigoroso cazador delante de Yahweh; por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Yahweh.  Y fue el comienzo de su reino Babel, Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar.  De esta tierra salió para Asiria, y edificó Nínive, Rehobot, Cala, y Resén entre Nínive y Cala, la cual es ciudad grande.

La guerra de Senaquerib en contra de Israel y el rey Ezequías:

Senaquerib es mencionado en las Sagradas Escrituras, cuando decidió atacar a Ezequías, rey de Israel. Entonces, Ezequías oró a Dios diciendo: “Inclina, oh Yahweh, tu oído, y oye; abre, oh Yahweh, tus ojos, y mira; y oye las palabras de Senaquerib, que ha enviado a blasfemar al Dios viviente.  Es verdad, oh Yahweh, que los reyes de Asiria han destruido las naciones y sus tierras; y que echaron al fuego a sus dioses, por cuanto ellos no eran dioses, sino obra de manos de hombres, madera o piedra, y por eso los destruyeron. Ahora, pues, oh Yahweh Dios nuestro, sálvanos, te ruego, de su mano, para que sepan todos los reinos de la tierra que sólo tú, Yahweh, eres Dios”. (2 Reyes 19:16-19)

Luego Dios le respondió: “No entrará en esta ciudad, ni echará saeta en ella; ni vendrá delante de ella con escudo, ni levantará contra ella baluarte. Por el mismo camino que vino, volverá, y no entrará en esta ciudad, dice Yahweh. Porque yo ampararé esta ciudad para salvarla, por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo”. (2 Reyes 19:32-34)

Luego, los Sagrados Escritos nos dicen: “Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel de Yahweh, y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos. Entonces Senaquerib rey de Asiria se fue, y volvió a Nínive, donde se quedó”. (2 Reyes 19:35,36)

Y culmina diciendo: “Y aconteció que mientras él adoraba en el templo de Nisroc su dios, Adramelec y Sarezer sus hijos lo hirieron a espada, y huyeron a tierra de Ararat. Y reinó en su lugar Esar-hadón su hijo. (2 Reyes 19:37)

Jonás y Nínive:

Jonás, el profeta fue envido a Nínive a predicar y esta ciudad se arrepintió, según lo recogen las Sagradas Escrituras.  Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te diré. Y se levantó Jonás, y fue a Nínive conforme a la palabra de Yahweh. Y era Nínive ciudad grande en extremo, de tres días de camino. Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y predicaba diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida. (Jonás 3:2-4)

Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo. (Jonás 3:10)

El Señor habló acerca de Nínive, diciendo: “Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque a la predicación de Jonás se arrepintieron, y he aquí más que Jonás en este lugar. (Lucas 11:32).

Historia de Babilonia y Nínive

Babilonia fue fundada a principios del tercer milenio a. C., en un lugar entre los ríos Éufrates y Tigris, al sur de la actual Bagdad, Irak. Llegó a ser importante bajo el reinado de Hammurabi (gobernó entre 1792-1750 a. C.), fue gobernada por el emperador neobabilónico Nabucodonosor II (circa 634-562 a. C., reinó circa 605-562 a. C.), y fue conquistada por Alejandro Magno en el año 331 a. C.

Nínive estaba en la orilla oriental del Tigris, en la antigua Asiria, al otro lado del río en la moderna ciudad de Mosul, Irak. El asentamiento en Nínive ocurrió por primera vez cerca del año 6000 a. C., y hacia el año 2000 a. C. la ciudad era un centro de culto a Ishtar, la diosa de la fertilidad.

Nínive, capital del imperio Asirio:

Nínive fue la capital del reino de Asiria a finales del siglo VIII a. C. (antes lo fue brevemente Dur Sharrukin), ésta ya era un antiguo asentamiento. Tuvo que esperar hasta los neoasirios, después de la época de Asurbanipal II, para alcanzar un desarrollo urbanístico mucho mayor.

Reyes en Nínive: A partir de entonces, sucesivos monarcas mantuvieron y fundaron nuevos palacios, así como templos dedicados a sus dioses Sin, Nergal, Inanna, Shamash, Ishtar y Nabu de Borsippa.

La lista de reyes en Asiria se extiende desde el 2150 a.C. hasta el 612 a.C., habiendo entre estos algunos que fueron nombrados, en las Sagradas Escrituras. Pul, Tiglat Pileser,

Una ciudad moderna:

Un elaborado sistema de 18 canales llevaba el agua desde las colinas hasta Nínive. Se han encontrado también algunas partes de un magnífico acueducto erigido por el mismo rey en Jerwan, a unos 40 km de distancia.

 

 

Su caída:

El esplendor de Nínive fue efímero. Alrededor del 633 a. C. el Imperio asirio empezó a dar muestras de debilidad y los medos atacaron Nínive. Estos volvieron a atacar, esta vez junto a Babilonia y Susa, en 625 a. C.

En 612 a. C., nuevamente, babilonios y medos se volvieron a aliar para el asalto de la ciudad. El asedio duró tres meses, durante los cuales se emplearon todo tipo de tácticas, como desviar el curso del río Khosr o atacar a la vez por varios flancos para debilitar la defensa asiria. El ataque final se produjo por el cauce ya seco del río. Nínive cayó y fue arrasada hasta los cimientos. En los registros egipcios consta que el faraón Psamético I defendió la ciudad como aliado de los asirios, pero fue inevitable su caída. El imperio asirio llegó a su final cuando babilonios y medos se repartieron sus provincias.

Después de gobernar durante más de seis siglos, desde el Cáucaso y el Caspio hasta el Golfo Pérsico, y más allá del Tigris hasta Asia Menor y Egipto, la ciudad desapareció como si hubiese sido únicamente un sueño.

 

La influencia de Senaquerib:

Senaquerib (que reinó entre 704 y 681 a. C.) transformó a Nínive en una ciudad magnífica, con nuevas calles, plazas y un sistema de canales dentro de un recinto amurallado, y construyó un palacio enorme y espléndido. Después de que Nínive cayera ante los medos y los babilonios en el año 612 a. C., la ciudad fue destruida y nunca recuperó su importancia anterior.

El rey Senaquerib la nombró capital imperial en 705 a.C. y la engrandeció con avenidas, plazas y jardines en torno a su residencia real, un gigantesco edificio que él mismo llamó Palacio Sin Rival. Nínive llegó a cubrir 7 kilómetros cuadrados, protegidos por una muralla con 15 puertas monumentales.

Se cree que acogió hasta 100.000 habitantes, casi el doble que la Babilonia de entonces. En realidad, el yacimiento de Nínive cuenta con un perímetro de 12 kilómetros delimitados por la muralla y dos túmulos, Kuyunjik y Nebi Yunus. En la Biblia, el profeta Jonás describe Nínive como una ciudad «sumamente grande, de tres días de viaje».

Assurbanipal y Nínive

Pero ni siquiera un siglo pudo disfrutar Nínive de su momento de gloria. La violencia de las conquistas anteriores, desde Elam y Babilonia hasta Palestina y Egipto, acabó por pasar factura a los asirios. Su último gran rey, Assurbanipal, pudo sofocar la rebelión de la mayoría de estados sometidos, pero tras su muerte el Imperio se derrumbó en 15 años.

El golpe definitivo llegaría en el año 612 a.C. con la caída de Nínive. A los tres meses de asedio, medos y babilonios la redujeron a escombros y pusieron fin al Imperio neoasirio. Aunque algunas zonas volverían a ser habitadas, Nínive nunca se recuperó. La invasión árabe, que encumbró a Mosul como la gran ciudad de la zona en el siglo VII, hizo el resto: Nínive acabó sepultada por la arena y olvidada.

Durante el siglo XVIII, los viajeros románticos llegaron a la cuencas de los ríos Tigris y Éufrates atraídos por la mítica Mesopotamia. La región era el escenario de algunos de los pasajes más famosos de la Biblia, como el Jardín del Edén, la Torre de babel o el viaje de Abraham desde la ciudad de Ur. También aparecía mencionada en los textos griegos y romanos, las principales fuentes históricas de que se valieron estos primeros exploradores.

En el año 1847, el inglés Austen Henry Layard desenterró en el túmulo de Kuyunjik las ruinas del Palacio Sin Rival de Senaquerib, entre cuyas estancias se encontraban miles de tablillas inscritas en cuneiforme. Su ayudante, Hormuzd Rassam, descubrió el palacio de Assurbanipal, con 26.000 piezas, aunque se calcula que en total las tablillas y sus fragmentos representan unos 10.000 textos, entre ellos algunos acadios, considerados los más antiguos conocidos.

 

Este estudio continuará...

 

 

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