EL LIBRO DE ENOC - Capítulos 69 y 70 El Hijo en Su Trono
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El Libro de Enoc
Capítulo 69 y 70
EL JURAMENTO QUE SOSTIENE LAS COSAS:
Un grande juramento fue hecho,
que da carácter eterno a las cosas que vemos. Este juramento debió ser hecho,
cuando todo fue creado. Es decir, cuando la tierra (primero) y el universo
(después) fueron creados. Enoc nos cuenta que, este juramento, sostiene todas
las cosas sin que se muevan o alteren sus orígenes y el mandato dado por Dios.
Capítulo
69: 16-29
He aquí
que el poder de este juramento es fuerte y poderoso y Él dispuso este juramento
Aka'e, en la mano de Miguel.
16 Estos
son los secretos de este juramento: ellos son fuertes en su juramento y el
cielo fue suspendido antes de que el mundo fuera creado; 17 por ello la tierra
ha sido cimentada sobre el agua y desde lo más recóndito de las montañas
provienen aguas hermosas, desde la creación del mundo hasta la eternidad; 18
debido a este juramento el mar ha sido creado y para su cimiento en el tiempo
de la cólera Él le ha dado arena y ella no se atreve a irse más allá desde la
creación del mundo hasta la eternidad; 19 por este juramento las profundidades
son firmes y estables y no se mueven de su sitio, desde la eternidad hasta la
eternidad; 20 por este juramento el sol y la luna cumplen su ruta sin
desobedecer sus leyes, desde la eternidad hasta la eternidad; 21 por este
juramente las estrellas siguen su curso, Él las llama por su nombre y ellas le
responden, desde la eternidad hasta la eternidad.
22 [De
igual forma los espíritus del agua, de los vientos y de todas las brisas desde
todas las regiones de la tierra.
23 Allí
son preservadas la voz del trueno y la luz del relámpago y allí son preservados
los depósitos del granizo, la escarcha, la nieve la lluvia y el rocío.
24 Todos
estos son fieles y dan gracias ante el Señor de los espíritus y le alaban con
todas sus fuerzas y su alimento está en toda acción de gracias y agradecen,
alaban y ensalzan el nombre del Señor de los espíritus por los siglos de los
siglos.]
25 Este
juramento es poderoso y a través de él, sus senderos son preservados y su curso
no será destruido.
Acá; Enoc, nos presenta la
Sublime Gloria del Hijo de Dios, llamado acá el Hijo del hombre una vez que se
sienta en Su Trono. Sin duda, esta porción se refiere al momento cuando el Hij
descienda a la tierra, después del arrebatamiento de los santos y, establezca
su gobierno milenario.
En ese momento, cuando los
satanes serán encarcelados, la maldad huirá de la tierra y solo quedará la
sumisión de cada uno al gobierno del Hijo de los hombres.
26 Y
hubo gran alegría entre ellos, bendijeron alabaron y ensalzaron al Señor, porque
les ha sido revelado el nombre de este Hijo del Hombre. 27 El se sentó sobre el
trono de su gloria y la suma del juicio le ha sido dada al Hijo del hombre y Él
ha hecho que los pecadores sean expulsados y destruidos de la faz de la tierra;
28 y los que han descarriado al mundo serán atados con cadenas y en el lugar
donde habían sido reunidos para la destrucción serán encarcelados y todas sus
obras desaparecerán de la faz de la tierra.
29 A
partir de entonces nada se corromperá, porque este Hijo del Hombre ha aparecido
y se ha sentado en el trono de su gloria, toda maldad se alejará de su
presencia y la palabra de este Hijo del hombre saldrá y se fortalecerá ante el
Señor de los espíritus. Esta es la tercera parábola de Enoc.
Una vez que la obra de salvación
haya sido cumplida, lo cual sucederá cuando el Señor se siente en SU Trono,
nada de lo anterior prevalecerá. Dios, el Hijo y los Santos serán UNO SOLO,
como dijo Zacarías 14:9: Y Yahweh será rey sobre toda la tierra. En aquel día
Jehová será uno, y uno su nombre.
Capítulo
70
1 Y
sucedió después esto: que su nombre fue elevado en vida, arriba hacia este Hijo
del hombre y hacia el Señor de los espíritus, lejos de los que viven en la
tierra;
2 y fue
elevado sobre el carro del espíritu y el nombre desapareció de entre ellos.
3 Desde
ese día no fui contado más entre ellos y Él me hizo sentar entre dos regiones,
entre el norte y el occidente, allí donde los ángeles habían tomado cuerdas
para medir para mí el lugar para los elegidos y los justos.
4 Allí
vi a los primeros padres y a los justos que desde el comienzo habitan en ese
lugar
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